
Sin haber cazado nunca, si os puedo asegurar haber tenido esa sensación (la de los hombres prehistóricos, no la de los cazadores de ahora): enfrentarte a un enemigo infinitamente superior a tí tanto en fuerza como en recursos, adaptado al medio, conocedor de tu miedo y de su superioridad...y a pesar de todo, SALIR VICTORIOSO.
Y fue tal la sensación de victoria, de superación de tus límites que en cuanto tuve la oportunidad, aun arriesgándome al fracaso, volví a repetir.
Con nocturnidad y premeditación, aproveché cuando todo estaba en calma, aunque se de sobra que mi enemigo nunca duerme. Organicé mi arsenal y dispuse mi armamento: una silla cómoda (dispuesta para aguantar horas), un USB formateado y listo para usarse, y un portátil que ya había vuelto del lado oscuro. Y en esa situación hallábame yo cuando el enemigo se hizo de cuerpo presente. Allí estaba, ¡ese maldito windows vista en mi nuevo y flamante ordenador de sobremesa!
Con paciencia y siguiendo los pasos fui poco a poco atacando al enemigo. Primero formateo, desinstalo e intento meter el XP. El enemigo responde con una maniobra evasiva y de repente no reconoce el disco duro... Entro en la configuración, cambio a formato IDE y listo. De momento el hombre ha ganado esta primera batalla. Tras un par de fallos con las particiones, por fin todo parece marchar bien y consigo instalar el nuevo sistema operativo. Pero aquí es donde Vista descargó toda su ira contra mi. Conforme enciendes el ordeandor: ¡no puedes hacer nada! Todo está bloqueado, no funciona la gráfica, el sonido, el rendimiento de la placa base es precario, no reconoce los puertos externos y no funciona internet!!!!
Ahí estaba yo, bien entrada la madrugada, cual Neo en su lucha contra las máquinas, con un ordenador que no dejaba hacer nada y al que no podías meterle ningún tipo de información externa. Y aunque me dejara meterle información, no habría podido hacer nada porque para este modelo tan moderno no existen drivers ni en la página oficial del proveedor (maldita exclusividad para vista...! Suerte que al fin y al cabo el enemigo está hecho de componentes diferentes, cada uno con su fabricante. Uno por uno fui derribando las barreras: la placa, el sonido... Hasta que por fin conseguí la salvación, la puerta al mundo real: INTERNET.
Una vez con la red de redes en el equipo, todo fue coser y cantar, gracias sobre todo a un aliado que me ayudó en la batalla.
Al final, a eso de las 5:00 am el enemigo se rindió y aceptó su derrota en esta batalla (segunda en pocos meses) Pero que no se descuide que a la guerra le quedan muy pocas y de momento el marcador va 2-0 a favor de los humanos.
Una vez con la red de redes en el equipo, todo fue coser y cantar, gracias sobre todo a un aliado que me ayudó en la batalla.
Al final, a eso de las 5:00 am el enemigo se rindió y aceptó su derrota en esta batalla (segunda en pocos meses) Pero que no se descuide que a la guerra le quedan muy pocas y de momento el marcador va 2-0 a favor de los humanos.
Mientras tanto, esperaré las coordenadas del Dr. HibberHouse para saber dónde y cuando será la batalla definitiva. Vista, no te relajes, estaré ahí cuando menos te los esperes.