29 octubre 2009

25 pesetas de felicidad

Queda menos de un mes para que mi vida de un cambio radical.
En poco más de 20 días estaré viviendo bajo el mismo techo con la persona con la que quiero (y espero) compartir todo lo que me queda de vida.

Estos últimos meses han sido un auténtico caos. Los problemas y temas a solucionar se multiplican según una razón inversamente proporcional al tiempo que dedicas a ti mismo.
Envuelto en este caos uno a veces recuerda de manera inconsciente tiempo pasados y sin darte cuenta te ves cuando eras un niño y no tenías más problemas que tener hechos los ejercicios de matemáticas para mañana (si es que los ejercicios de un niño de 10 años pueden suponer un problema)
A esas edades, y en esa época, lo único que querías era salir a la calle a jugar con tus amigos.
Yo no es que fuera un niño muy de la calle. Hasta casi los 10 años fui hijo único y estaba acostumbrado a jugar solo. Así que muchas tardes las pasaba en mi casa con los Master del Universo o con un maravilloso Spectrum 128k de cinta.

Sin embargo todo cambiaba al llegar al pueblo. Allí las reglas eran diferentes (por no decir que apenas habían) Cambiaba a los compañeros de colegio por primos (salía ganando con el cambio, sin duda) y pasábamos las tardes en las pistas de fútbol esperando que a los mayores les faltara alguien en su equipo para entrar a jugar.

Tanto cambiaban las cosas que hasta lo más impensable se hacía realidad: ¡ir a unos salones recreativos! De las 100 pesetas que me daban mis padres, 5 duros iban al cepillo de la iglesia, otros 5 se perdían en el kiosko, 5 que me guardaba para la hucha y.... 25 ptas. para una partida!
No se me daba muy bien (es lo que tiene no jugar nunca) y una partida no da para mucho. Por eso solía maximizar mi inversión. Mis primos (hermanos ellos) eran capaces de pasarse más de media hora jugando al pang con sólo una moneda, así que yo para durar más de 5 minutos solo tenía dos opciones: una máquina de Rallyes donde conducías el Toyota de Carlos Sainz o un juego de baloncesto realmente espectacular para la época. Podías hacer mates, tapones o alley-oops como nunca lo había visto. La única pega era que si al finalizar el cuarto no ibas por delante en el marcador el juego se acababa. Puedo decir que había semanas que las pasaba deseando que llegara el domingo para poder disfrutar de eso 10 minutos que duraba mi partida.

Han pasado más de 15 años desde aquello y durante todo ese tiempo me he acordado infinidad de veces de ese juego fantástico para mi. He intentado buscarlo gracias a ese maravillos invento que son los emuladores (y que me permiten volver a disfrutar de mi spectrum) pero no ha habido suerte. Por lo visto no es un juego muy común (de echo sólo lo vi en mi pueblo) y si a eso añadimos que no sabía cómo se llamaba...

Hoy, agobiado por el tema que abre el post y recordando otra vez lo bien que estaba cuando era niño, me ha vuelto a venir a la cabeza. Me he puesto a investigar con el firme propósito de no darme por vencido hasta encontrarlo, porque me merezco un respiro, un momento de abstracción total... y la búsqueda ha dado sus frutos! Y lo he puesto, y he jugado, y aunque las cosas ya no se ven como antes, he vuelto a tener la misma sensación que cuando iba camino de los recreativos.
Ahora jugaré un rato, quizá mañana otra vez, y con suerte hasta pasado mañana. El lunes ya se me habrá olvidado y quedará en la carpeta MAME>ROMS de mi ordenador, pero habrá merecido la pena. Y dentro de unos años, cuando me vuelva a acordar, podré ir y disfrutar de mis 25 pesetas de felicidad.


PD- Para los que os quedéis con la duda, el juego es el RUN & GUN (vamos, un título para encontrarlo cuando piensas en un juego de baloncesto) y es de la recreativa MAME. Si queréis probarlo no tenéis más que instalar un emulador de mame como este de aquí y bajaros la rom del juego que podréis econtrar en esta dirección
(El juego da problemas al cargar. Para pode acceder a él no tenéis más que pulsar las teclas F2 y F3 simultaneamente antes de que comience la carga. Así no habrá problema)

PD2 - Que no se me enfade nadie, que aunque diga que son momentos de agobio, es un agobio "a gusto". Ya se sabe, "sarna con gusto no pica"

13 octubre 2009

¿El principio del fin?

A pesar de que muchos de nosotros aun seguimos desenmarañando los entresijos de la web 2.0 los más avezados ya se vanaglorian de sus habilidades con la 3.0

Para que no nos suene muy a chino, simplemente hacer una distinción básica. Mientras que la web 2.0 permite leer y crear contenido, la web 3.0 (o también llamada Web Semántica) te permite crear no solo el contendio sino también tu propia web a través de asociaciones, gustos, hábitos de uso...

Pero para el tema que nos ocupa hoy no es necesario entrar a fondo en esto del 3.0 así que vamos a apartarlo a un lado y a centrarnos en lo que nos ocupa no vaya a ser que ni siquiera llegemos a ver la web 2.5

Google ha lanzado a la red un nuevo gadget a caballo entre lo que sería 2.0 y 3.0: Sidewiki. El desarrollo en sí de la aplicación no es noticia ya que lo hace día si día también. Lo importante de esta nueva aplicación es su uso y el "escaso control" que nadie puede tener sobre ella. Los adalides de las libertades estarán de enhorabuena con su nuevo juguetito ya que podrán decir lo que quieran sobre quien quieran en casa de éste. Me explico:

Tú vas a casa de un conocido, entras, estás un rato y cuando sales dejas un cartel grande en la puerta que diga: este tío es un gilipollas. Y te vas tranquilamente sabiendo que tu amigo no va a poder quitar el cartel y que si tu quieres, ni siquiera sabe que has sido tú.

Con este ejemplo se entenderá mucho mejor ahora la verdadera explicación:
Sidewiki es una herramienta de google que te permite escribir en el margen de las web que visitas lo que te de la gana. Cualquiera con Sidewiki puede verlo y los propietarios de la web no pueden hacer nada para borrarlo (ya que tú estás escribiendo sobre una herramienta, no sobre la web)
Claro está que según la política de google te avisan de que no se permitirán determinados comentarios (amenazas, insutlos,...) y te advierten que google revisará periódicamente los comentarios y eliminará los inapropiados. ¿Ahora bien, cuantas páginas hay en la web?, ¿cuántos usuarios? Si cada usuario deja un comentaro en las páginas que visita... ¿cuántos comentarios debe supervisar google?

Para muestra un botón. A aquel que se instale la herramienta le recomiendo que se pase por las webs de PP y PSOE o por la de la SGAE por ejemplo, en la que, desde hace más de una semana, encontramos comentarios del tipo: "los mayores ladrones y piratas de la sociedad moderna! LADRONES." de un tal Fernando R. o "Si no quereis pagar el CANON en los discos virgenes, comprad en http://www.dvdbarato.net , que tienen la sede en Portugal y no ve un duro la SGAE." de Javier Triguillos.

Las posibilidades de esta herramienta son ilimitadas: opinión, crítica, publicidad (se permiten los enlaces), insultos, comentarios de mejora, mayor comunicación consumidor-empresa,...

Pero, qué pasará si la web de Nike, por ejemplo, comienza a llenarse de comentarios sobre sus supuestos "niños trabajadores" o la de Burger King sobre la utilización de rata en sus hamburguesas. Porque es diferente que cada uno en su casa despotrique contra lo que le de la gana, a que vaya a casa de otro a insultarlo a la cara.

El tiempo nos dirá si esto será la revolución definitiva de la web, o si pasa con más pena que gloria por los usuarios, sin concederle mayor importancia.


Desde Incisos queremos ver siempre el lado bueno de estas herramientas. Creo que se le puede sacar mucho provecho (más sobre todo a nivel empresarial) así que ya nos hemos apuntado a la Sidewiki y os damos la bienvenida a través de ella. Aquí siempre habéis sido libres para opinar pero ahora tenéis un medio más.


 
Incisos - Wordpress Themes is proudly powered by WordPress and themed by Mukkamu Templates Novo Blogger
BlogESfera Directorio de Blogs Hispanos - Agrega tu Blog