Soy de los que piensan que el ser humano no utiliza toda su capacidad cerebral. No podría decir si solamente usamos un 10 o un 70 por ciento, pero creo casi con toda seguridad que algo nos dejamos.
Esto no debería preocuparme demasiado (ya que todos estamos sesgados por igual) sino fuera porque, además de no utilizarlo todo, me he dado cuenta de que malgasto gran parte de lo poco que uso. De siempre he tenido una facilidad innata y absurda para memorizar cosas sin ningún valor práctico, sobre todo si están relacionadas con el fútbol (nombres, estadísticas, partidos, jugadas,…) y deportes en general. Pero además me doy cuenta recientemente que hay un sin fin de datos almacenados en mi cerebro que creo no me benefician en nada y cuya única misión es acercarme al freakismo de manera peligrosa en la misma medida en que me alejan de la sociedad.
Quizá pueda parecer algo extremo. Por lo menos yo no le había dado tanta importancia hasta que el pasado sábado, viendo “La sabiduría de los cocodrilos” advertí asombrado como la serie “Dexter” había copiado/emulado rigurosamente el modus operandi del asesino de la película (Jude Law) en una escena que no duraba más de 10 segundos:
Asesinar sobre un escenario previamente plastificado para no dejar rastro > limpiar los posibles restos > recoger una muestra de sangre del cadáver para tu fichero de víctimas > archivar en una cajita cuidadosamente escondida.
Conforme iba saliendo de mi asombro, un sinfín de preguntas se agolpaban en mi cabeza y fueron las que dieron lugar a la preocupación que hoy me asalta. Intentaré reproducirlas en el orden correcto:
A veces no se si estoy desaprovechando mi vida o si le saco más partido que el mortal medio. Lo que si me queda más claro cada vez es que estoy convirtiendo mi cabeza en un contenedor de información, (entiéndase contenedor en el sentido más vulgar de la palabra: lugar donde arrojar aquello que no tiene utilidad)
Si además fuera verdad eso de que sólo usamos un 10% de nuestra capacidad cerebral, llego a la conclusión de que me queda la inteligencia justa para pasar el día.
(Pd: en la citada película se asegura que el cerebro humano está asentado sobre un cerebro de mamífero y este a su vez sobre uno de reptil, como si la evolución hubiera ocurrido sin transformar lo que ya teníamos, sino añadiéndolo sobre ello. Sin embargo los humanos no saben aprovechar las capacidades de sus “otros” cerebros)
Esto no debería preocuparme demasiado (ya que todos estamos sesgados por igual) sino fuera porque, además de no utilizarlo todo, me he dado cuenta de que malgasto gran parte de lo poco que uso. De siempre he tenido una facilidad innata y absurda para memorizar cosas sin ningún valor práctico, sobre todo si están relacionadas con el fútbol (nombres, estadísticas, partidos, jugadas,…) y deportes en general. Pero además me doy cuenta recientemente que hay un sin fin de datos almacenados en mi cerebro que creo no me benefician en nada y cuya única misión es acercarme al freakismo de manera peligrosa en la misma medida en que me alejan de la sociedad.
Quizá pueda parecer algo extremo. Por lo menos yo no le había dado tanta importancia hasta que el pasado sábado, viendo “La sabiduría de los cocodrilos” advertí asombrado como la serie “Dexter” había copiado/emulado rigurosamente el modus operandi del asesino de la película (Jude Law) en una escena que no duraba más de 10 segundos:
Asesinar sobre un escenario previamente plastificado para no dejar rastro > limpiar los posibles restos > recoger una muestra de sangre del cadáver para tu fichero de víctimas > archivar en una cajita cuidadosamente escondida.
Conforme iba saliendo de mi asombro, un sinfín de preguntas se agolpaban en mi cabeza y fueron las que dieron lugar a la preocupación que hoy me asalta. Intentaré reproducirlas en el orden correcto:
- ¿Por qué suena la música de “Dexter” en mi cabeza?
- ¿Por qué puedo recordar la música de "Dexter"?
- ¿¡Esta escena es igual que las de "Dexter"!?
- ¿Cómo puedo encontrar un paralelismo entre una serie actual y esta película de hace diez años?
- ¿Qué hago viendo esta película de hace diez años?
- ¿Cómo he llegado a conocer la existencia de esta película?
- ¿Qué coño hago viendo esta película de hace diez años a las tres de la mañana de un sábado?
- ¿Qué coño hago un sábado de madrugada en mi casa?
A veces no se si estoy desaprovechando mi vida o si le saco más partido que el mortal medio. Lo que si me queda más claro cada vez es que estoy convirtiendo mi cabeza en un contenedor de información, (entiéndase contenedor en el sentido más vulgar de la palabra: lugar donde arrojar aquello que no tiene utilidad)
Si además fuera verdad eso de que sólo usamos un 10% de nuestra capacidad cerebral, llego a la conclusión de que me queda la inteligencia justa para pasar el día.
(Pd: en la citada película se asegura que el cerebro humano está asentado sobre un cerebro de mamífero y este a su vez sobre uno de reptil, como si la evolución hubiera ocurrido sin transformar lo que ya teníamos, sino añadiéndolo sobre ello. Sin embargo los humanos no saben aprovechar las capacidades de sus “otros” cerebros)
Entradas
No hay comentarios :
Publicar un comentario